sábado, 7 de marzo de 2009

Los viernes

Los viernes siento que tu casa es mi casa.
Los viernes vamos juntos al supermercado y nos veo a nosotros mismos como a una pareja casada haciendo las compras.
Los viernes se llenan de música a todo volumen, y cantamos a los gritos, e intercambiamos bandas favoritas.
Los viernes son el día más esperado de la semana, porque pasamos el mayor tiempo posible juntos, ya sea cocinando, viendo videos, o charlando.
Los viernes nos miramos a los ojos durante un tiempo que no es tiempo sino es eternidad y las palabras no hacen falta.
Los viernes nuestros labios se encuentran y ya nada más importa, las horas ni el mundo los interrumpen.
Los viernes el amor nos atropella violentamente, nos transforma, nos hace crecer, nos inunda; el amor florece y nos recorre la piel, de la cabeza a los pies.
Los viernes dejamos de ser Sebastián y Antonela para ser una sóla persona.
Los viernes me llevás a casa a la noche y cuando bajo del remis siento una sensación extraña que acrecienta a medida que entro a mi casa y me acuesto y me levanto al otro día, una sensación que descubro que no es más que el extrañarte, el sentirme vacía, el sentirme sin mi otra mitad, esa mitad que tanto me complementa y me hace feliz.

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